Filtros y sistemas de filtración para mantener el agua de tu piscina en condiciones óptimas para su uso y disfrute.
Los filtros para piscina, junto con la bomba, son los componentes más importantes de la depuradora, y una adecuada combinación de ambos es importante para lograr tener un equipo de depuración eficiente. Son los encargados directos de mantener el agua limpia y transparente, eliminando cualquier impureza.
Existen diferentes tipos aunque todos funcionan de manera similar. Simplificando el proceso, la bomba succiona el agua por el skimmer y sumidero de fondo para pasarla al filtro, donde se depura y se devuelve de nuevo a la piscina. Se realiza un ciclo completo como mínimo al día. Es decir, se recomienda que pase toda el agua de la piscina al menos una vez a través del filtro en un tiempo preestablecido. Los ciclos y tiempo de filtrado variará en función del uso de la instalación (uso privado o público) y la normativa aplicable de cada Comunidad Autónoma.
Cómo elegir los filtros para piscina
Antes de elegir el tipo y tamaño del filtro se debe tener presente tanto el tamaño de la piscina, como el nivel deseado de calidad del agua. Una buena elección ayudará a que la duración y los ciclos no sean excesivos, si se cuenta con la capacidad y tipo de filtro correcto. Lo más recomendable para piscinas residenciales es una duración de 6-8 horas.
Tipos de filtros
Existen varias clases de filtros. Entre los más extendidos y conocidos, podemos enumerar los filtros de arena, de cartucho y de diatomeas. Todos ellos ofrecen una serie de ventajas y diferencias que es preciso conocer.
Filtros de arena
Son los más utilizados y conocidos entre los usuarios. Requieren menos mantenimiento y tienen una vida útil más larga. Además, estos filtros son muy fáciles de limpiar. La arena es un buen agente de filtrado además de ser totalmente natural. Actualmente, la arena se está sustituyendo por el vidrio filtrante, que ofrece unos mejores resultados de filtración(entre 35 y 45 micras), retiene menos bacterias al ser un elemento no poroso, y su vida útil es mayor al de la arena de sílice.
- Filtros de arena soplados: Se fabrican en material plástico o poliéster en una pieza mediante un proceso llamado soplado. Vienen equipados con manómetro ,purga de aire y válvulas selectoras.
- Filtros laminados: Se fabrican en poliéster y fibra de vidrio. Ideales tanto para piscina residenciales como privadas y para cualquier tamaño.
- Filtros bobinados: Se fabrican en poliéster y se refuerzan exteriormente con un trenzado de fibra, muy similar a los laminados.
Filtros de cartucho
La limpieza se realiza mediante cartuchos reemplazables que retienen la suciedad al pasar entre la superficie filtrante. Son lavables y es parte sustituible y consumible de este tipo de filtros.Requieren de un mayor mantenimiento al tener que limpiar periódicamente los cartuchos, pero la calidad de filtrado es mayor (de 15 a 20 micras) que la de los filtros de arena. Este sistema es el más utilizado en spas, jacuzzis y otro tipo de instalaciones que precisan de un agua más depurada.. La ventaja sobre los filtros de diatomeas es que son más fáciles de limpiar y cambiar.
- Ver filtro monocartucho: Ideales para piscinas pequeñas que requieren de un mantenimiento sencillo. Sus cartuchos son de tejido y ofrecen una alta capacidad de filtración. Además, son muy fáciles de limpiar.
Filtros de diatomeas
Estos filtro aportan una calidad de filtrado excelente (de 2 a 5 micras), pero requieren de un mayor mantenimiento, limpieza regular y aporte de diatomeas, que se adhieren al tejido de las “costillas” del filtro, y son las que retienen las partículas de suciedad. La diatomea es el consumible que debe reponerse periódicamente. Este tipo de filtro no es el más utilizado, pero sí el que ofrece un agua excepcionalmente pura y limpia.
