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¿Sabías que solo se recomienda vaciar la piscina una vez cada 5 o 6 años? No obstante, cuando llega el invierno, muchos propietarios y encargados del mantenimiento de piscinas todavía deciden retirar toda el agua de la instalación. Esta acción, además de ser muy poco sostenible, nos puede salir muy cara.
Existen alternativas mejores para que la piscina conserve un aspecto limpio, libre de insectos y algas, durante los meses más fríos del año y en periodos de desuso de la piscina. Una de las más sencillas es la hibernación, que consiste en mantener el agua en buenas condiciones durante el invierno y reutilizarla en la siguiente temporada de baño.
Esta sencilla tarea supone un ahorro considerable (tanto de agua como económico) y, en caso de heladas, evita daños en la estructura de la piscina, como grietas o agujeros. A continuación, revisaremos los cinco pasos fundamentales para aplicar con éxito el método de hibernación:
La hibernación de la piscina, paso a paso
- Limpiar en profundidad el fondo y las paredes de la piscina, así como el prefiltro de la bomba y los skimmers.
- Comprobar el nivel de pH del agua de la piscina y ajustarlo para que tenga un valor comprendido entre 7,2 y 7,4. Para regular el pH puede utilizar pH- ó pH+
- Aplicar una cloración de choque con compactos de Tricloro. Para garantizar la correcta distribución del producto, conviene mantener el filtro activo durante unas 6 horas.
- Al día siguiente, hay que limpiar el filtro de la piscina con desincrustante extra.
- Por último, se debe añadir producto invernador y asegurar que quede bien repartido por toda la piscina.
Por seguridad, y para que la piscina no se llene de hojas y suciedad, durante la hibernación es muy recomendable utilizar una cubierta o lona de protección. El uso de este tipo de cubiertas en piscinas residenciales durante los períodos en que no se utiliza la piscina puede suponer un ahorro del 65% en mantenimiento (limpieza, filtración) y en pérdidas de agua por evaporación.